sábado, 3 de abril de 2010

Manías y Dragones

El día de ayer vi la película "Como entrenar a tu dragón" y me dejó una idea, bastante difusa por cierto, que ha estado dando vueltas y vueltas en mi cabeza. Podemos nadar con la corriente y fingir que somos felices dejando que los demás elijan lo que es bueno para nosotros; o podemos tomar las riendas de nuestra vida y arriesgarnos a ser felices de verdad, a ser libres de tabúes, predisposiciones, reglas absurdas y demás. Seguimos sin cuestionar el ejemplo que nos da la sociedad. Somos prisioneros de un sistema de modales, estándares y barbaridades. ¿Qué tal si hay algo más? ¿Qué tal si la vida es más que solo cumplir expectativas predeterminadas? Presumimos de nuestra libertad al no ser esclavos y poder tomar “nuestras propias decisiones” pero ¿en realidad hacemos lo que queremos? Por ejemplo, somos estudiantes, pero ¿decidimos conscientemente entrar a la universidad o fue solo el siguiente paso que debíamos tomar? O se me ocurre otra situación, ir a misa todos los domingos. Tal vez vaya a sonar un poco “hereje” como dice el buen Erick pero en verdad, ¿vas a misa porque QUIERES ir o vas por qué es lo que se supone que DEBES hacer los domingos? ¿Tomas y fumas por que en verdad lo quieres o solo porque es lo que se supone, hacen los adolescentes? No estoy diciendo que no vayan a la escuela ni mucho menos que no vayan a la iglesia, pero si van, vayan porque así lo quieren, porque en realidad están convencidos que quieren ir. Encuentren ese propósito en la vida, no solo deambulen.


He llegado a la conclusión de que actuamos por inercia, por costumbre, por flojera. Nos parece más sencillo no pensar y dejarnos llevar por la corriente y poco a poco nos vamos hundiendo; nos ahogamos en la mediocridad.

Mi propuesta es, de ahora en adelante, nos cuestionemos sobre nuestras acciones y tratemos de romper esa manía de hacer las cosas en automático. Quitémonos esa venda de los ojos, seamos libres de vivir la vida que queramos.





Nota: El ejemplo de la universidad está basado en una entrada que leí en el Blog de Pedro
Si la quieres leer da clic aqui.

2 comentarios:

  1. OMG OMG OMG! Me mencionaste! I so not deserve this honor! Lágrimas de felicidad y emoción.

    Vero!!! ROckeas Big time! Padrísima entrada y sobretodo para que todos reflexionemos un poco! Keep on writing!

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, eso es lo que se supone que todos deberíamos hacer. Cada quien se hace un prisionero porque decide serlo, consciente o inconscientemente. Si no se para a cuestionar por qué hace las cosas no va a cambiar.

    Por supuesto que hay algo más. MUCHAS cosas más. Las expectativas no significan mucho, sólo son expectativas. Cuando ves la enorme gama de cosas que hay en existencia, las expectativas son algo bastante diminuto.

    La mayoría de la gente vive "en automático". No saben ni siquiera por qué hacen las cosas o por qué están aquí. Es bastante...eh...patético si es que eso no suena muy cruel. Me parece una tontería ni siquiera poder distinguir si haces las cosas porque debes o porque quieres.

    Incluso si haces algo que debes, debe ser porque QUIERES cumplir con tu deber; porque eso es lo que te hace feliz. Si realmente tienes libre albedrío, nadie ni nadie te obliga a hacer nada, ni siquiera el Dios mismo porque aunque Él sabe todo lo que hemos hecho, hacemos y vamos a hacer, Él no va a interferir porque Él mismo decidió darnos la propia libertad.

    ............
    Lo siento, no sé de dónde me salen todas estas palabras. T__T

    ResponderEliminar