miércoles, 24 de junio de 2009

Maria

María
Maria sentada
Maria sentada sola
Maria sentada sola en un sillón
María sentada sola en un sillón color ocre
María sentada sola en un sillón color ocre viendo la lluvia caer
María sentada sola en un sillón color ocre sintiendo la lluvia caer con una botella en la mano
María sentada sola en un sillón color ocre sintiendo la lluvia caer
Maria sentada sola en un sillón color ocre
Maria sentada sola en un sillón
Maria sentada sola

Maria sentada
Maria


- Por Verónica Rocha.
Los nombres, personajes y situaciones son ficticios, aunque pueden llegar a estar basados en hechos reales.

Se me ocurrió de la nada, mientras esperaba que sandy y scarlett llegaran...
es algo diferente a lo que acostumbro pero nose.. sólo salió..

jueves, 18 de junio de 2009

una Paco Pérez y unos Juan Castillo…

Annette estaba apuradísima con los preparativos de la fiesta; ésta será la mejor fiesta del año, pensaba mientras bordaba cuidadosamente los manteles que planeaba usar para el evento. Llevaba ya dos semanas limpiando y remodelando la casa, pues le aterraba preguntarse qué iban a pensar los invitados si veían sus muebles viejos o sus cuadros con obras que no eran precisamente de Da Vinci. Pensarán que no tengo dinero; que no tengo clase; se repetía una y otra vez, atormentándose. Mientras tanto, Marí, su hija, llegaba de la guardería y corría hacia ella con los brazos abiertos, lista para darle a su madre un enorme abrazo. Cuando Annette la vio, se levantó súbitamente y gritó a la pequeña que no se acercase; pues Marí llevaba un poco de chocolate en su blusón y sería una desgracia que manchara el vestido nuevo que Annette llevaba ese día para la cena con los vecinos. Marí no se sorprendió; su madre llevaba meses actuando de esa manera; desde que se habían mudado a su nuevo vecindario. Siempre había un desayuno, almuerzo, comida, merienda o cena que Annette no se perdía para ir a mostrar sus nuevos zapatos o sus nuevas gafas de diseñador. Desbordaba glamour y clase por donde quiera que pisara; y por las noches su brillo se opacaba mientras daba vueltas entre las sábanas planeando lo que se pondría el día siguiente. “La bolsa Paco Pérez ya la usé el mes pasado.. Los zapatos Jorge Castillo rojos ya me los vió Lety..” pensaba mientras veía a su esposo dormir. El pobre trabajaba tan duro para cumplir los caprichos de su mujer, que por las noches caía rendido ante el colchón y aplazaba el momento de arropar a su hija y contarle su cuento favorito para el día siguiente; siempre el día siguiente. Y los días pasaron y pasaron; y Marí se quedó sin su abrazo, sin su cuento; sin sus padres… Y todo por una Paco Pérez y unos Juan Castillo


- Por Verónica Rocha.
Los nombres, personajes y situaciones son ficticios, aunque pueden llegar a estar basados en hechos reales.

viernes, 5 de junio de 2009

"Contacto letal" de David Quammen

No había vuelto a pensar en la influenza hasta hace una semana, que leí un artículo de David Quammen, en mi revista National Geographic (sí, tengo suscripción, no importa lo ñoño que suene, me encanta). El punto es que este artículo aclaró muchas preguntas que yo tenía sobre este virus A H1N1 o “influenza porcina”. Por ejemplo, descubrí que el paso de enfermedades de animales a humanos ha pasado tantas veces que hasta tiene un nombre: zoonosis. También encontré que este tipo de enfermedades (zoonóticas) son provocadas por uno de los seis tipos de patógenos que existen (virus, bacterias, protozoarios, priones, hongos y gusanos) y que los más peligrosos de éstos, son los virus ya que evolucionan en poco tiempo, son resistentes a los antibióticos, se esconden, causan gran número de muertes y son “diabólicamente simples” según Quammen. Lo divertido es que los virus no posen movilidad, es decir, no pueden ser transportados por sí mismos, sino que necesitan de otros organismos para desplazarse y aún así han logrado recorrer el mundo. Además, estos pequeñines han estado, están y estarán siempre presentes en nuestro entorno, escondidos en huéspedes reservorios (especie que porta en patógeno pero no presenta síntomas), esperando la oportunidad de emerger.

En el caso del virus del hendra, se encontró que el huésped reservorio era una especie de murciélago de fruta, el zorro volador rojo, un simpático animalito que, por lo que se estima, probablemente haya portado el hendra desde hace siglos, quizá milenios. Lo curioso es que los primeros brotes de este virus no se dieron si no hasta los años 90s. Entonces si el virus llevaba tanto tiempo ahí ¿por qué tardó tanto en salir? La única explicación que se ha encontrado hasta ahora es que la destrucción de sus hábitats ha orillado a estos murciélagos a buscar nuevos hogares y a tener mayor contacto con los humanos o con otros animales. En el caso del hendra, el primer contagio registrado fue el de una yegua, que transmitió el virus a sus cuidadores y a los demás caballos que se encontraban en el establo.

Otras enfermedades se contagian, por ejemplo, al matar un animal infectado, como en la matanza ritual de ganado en Bangladesh o en el consumo del mismo como en el caso de Mayibout II, donde personas murieron por haber comido chimpancés infectados.

Parece que el virus A H1N1 no es más que otra de estas muchas enfermedades. Según entiendo, aún no se sabe porque surgió, pero después de leer el artículo, creo tener algunas teorías, suficientes para satisfacer mi curiosidad.

Talvez puedas estar pensando que la naturaleza es cruel al amenazar con tantas enfermedades pero si te detienes a pensar un momento, en gran parte es culpa nuestra. Somos nosotros quienes invadimos y destruimos miles de hábitats; somos nosotros quienes explotamos y acabamos los recursos; somos nosotros los que rompemos el equilibrio natural que existe o existió en nuestro planeta. Nosotros nos lo buscamos y prepárense por que se dice que esto, apenas comienza.



Zorro volador rojo. Foto de Lynn Johnson