jueves, 8 de octubre de 2009

Broken..

El otro día, iba caminando por la calle y, entonces, la vi. Tendría unos quince o dieciséis años; su enmarañado cabello dorado cubría su rostro, pero eso no impedía que se pudiera mirar su pálido rostro entre el caos de sus rizos. Pienso, que ni siquiera una máscara hubiera podido esconder toda esa pena y ese dolor que sus labios gritaban en silencio. Pienso, que ni todo el maquillaje del mundo hubiera podido disfrazar el púrpura intenso de su mejilla. Pienso, que ni el corsé más grande hubiera podido ocultar esos ocho meses que llevaba en su vientre. Entonces, un rayo de sol reveló la lluvia que nacía en sus pupilas; la muda tormenta que llevaba en su interior. Cruzamos miradas, sonreí; ella bajó la cabeza, respiró profundamente y alzó la mirada; sólo para regalarme esa sonrisa quebrada y temblorosa, que me paralizó por completo. Entonces supe, que nadie le volvería a hacer daño.


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